Usando la energía solar fotovoltáica para desalinizar el agua de mar, la Fundación Chile ha comenzado a desarrollar una planta piloto con el fin de impulsar la agricultura autosustentable en Isla de Pascua, y hacer frente a su mayor desafío: la escasez del recurso hídrico.
Vía El Mercurio por Valparaíso
Problemática que genera que los isleños deban importar el 60% de sus frutas y verduras desde Chile continental durante los meses de pocas lluvias.
El proyecto de la planta piloto, que comenzó hacia finales del 2013, se instaló en el vivero «Mataveri Otai», en las dependencias de Conaf Isla de Pascua, y está dedicado a la mantención y repoblamiento de las especies nativas de este territorio insular. El sistema, que también necesita de energía eléctrica, es capaz de producir un metro cúbico de agua por hora, el cual alimenta el 60% de su consumo con energía solar fotovoltáica.
Agua desalinizada
Jorge Edmunds, encargado del vivero, explica cómo funciona la planta que integra varios procesos tecnológicos para alcanzar la purificación del agua.
«La membrana con tecnología de nanofiltración permite limpiar toda el agua de la sal, de unas 4 mil partes de sodio quedan como en 200, que es la adecuada para el consumo humano», declaró Edmunds.
Sin embargo, explicó que aún falta determinar si es apta para su consumo, ya que «por tratarse de agua filtrada no posee ningún mineral, es como el agua lluvia, que al principio hace bien pero a la larga puede provocar desmineralización en el cuerpo».
Por su parte, la consejera regional por Isla de Pascua, Tarita Alarcón, reveló otros de los alcances positivos del proyecto, el cual está relacionado con la preservación de árboles nativos y plantas medicinales.
«Acá en el vivero tenemos cuatro especies de plantas, dos de ellas destinadas a la parte artesanal como lo es el «mako’i» y el «toromiro», los cuales son utilizados para tallar, y no para construcción», señaló Alarcón.